Un noppera-bō (のっぺら坊), o "fantasma sin rostro", es una criatura japonesa legendaria.
Su apariencia es la de un ser humano normal, a excepción de su rostro, del que puede hacer desaparecer a voluntad los rasgos habituales, ojos, nariz y boca, dejando en su lugar sólo una suave extensión de piel.
Por regla general, asustan a la gente mostrando de repente sus caras extrañas, para acentuar el efecto sorpresa.
Aunque los motivos de este comportamiento no siempre están claros, los más probables parecen ser el deseo de gastar una broma o castigar a su víctima.
Noppera-bo Modus operandi
Los noppera-bō suelen hacerse pasar por alguien de quien su víctima no desconfiaría inicialmente, como alguien que conocen o una niña.
Luego, cuando la persona está lo suficientemente cerca de ellos, se frotan la cara para borrar sus atributos faciales y causar pánico. A pesar de esto, no se sabe que los noppera-bō dañen físicamente a las personas.
Noppera-bo como Mujina
A veces se les llama -erróneamente- mujina; Esta es una antigua palabra japonesa para perro mapache (tanuki).
Aunque en el folclore japonés la mujina puede tomar la forma de otras criaturas, incluido el noppera-bō, para asustar a la gente, los verdaderos noppera-bō suelen ser humanos.
Lafcadio Hearn, en su colección de historias de fantasmas, Kwaidan, utiliza el término mujina como título de la leyenda que trata sobre estas criaturas sin rostro. Probablemente ésta sea la fuente del mal uso de esta terminología.
El noppera-bō en el folklore
Hay algunos cuentos protagonizados por el noppera-bō, como uno en el que un samurái cuyo rostro desaparece salva a una joven de una banda de bandidos;
o, historias de nobles que, al tener una cita, descubren que la cortesana que tienen en la mira es en realidad una noppera-bō. Las dos historias principales al respecto son: El Noppera-bō y el estanque Koi y La Mujina de Akasaka Road.
El Noppera-bō y el estanque Koi
Este cuento cuenta la aventura de un pescador perezoso que decide pescar en los estanques imperiales de koi cerca del Palacio Heiankyo.
A pesar de la advertencia de su esposa de que el estanque es sagrado y está ubicado cerca de un cementerio, el pescador va allí de todos modos. De camino al estanque, otro pescador también le advierte que no vaya allí; De nuevo, ignora la advertencia.
Cuando llegó, una hermosa joven salió a su encuentro y le imploró que no pescara en el estanque. Él también la ignora y luego, horrorizado, de repente se da cuenta de que ella acaba de borrar los rasgos de su rostro.
Corriendo hacia su casa, se encuentra con su esposa, al menos eso cree, antes de que ella misma lo reprenda por su acto impío y borre sus rasgos faciales.
La Mujina de la carretera de Akasaka
La historia más famosa sobre el noppera-bō proviene del libro de Lafcadio Hearn, Kwaidan, o Historias y estudios de cosas extrañas.
Cuenta la historia de un viejo comerciante que viajaba por la carretera de Akasaka a Edo (ahora Tokio), y que se encuentra con una joven que llora a mares cerca de una zanja en la colina Kii-mo-kumi-zaka.
El anciano, después de intentar en vano consolarla y ayudarla, ve que ella vuelve hacia él su rostro completamente terso; Asustado, el hombre comienza a correr a grandes zancadas sin mirar atrás, hasta que tropieza, sin aliento, con un vendedor ambulante de soba.
Intentando recuperarse de sus emociones y explicarle su terrible aventura al hombre, el viejo comerciante se encuentra en el colmo de su horror cuando ve al vendedor de soba, su última oportunidad, frotándose la cara para transformarse a su vez en noppera-bō.
